Mucho más que un cuerpo físico

Somos mucho más que un cuerpo físico. Y ahí parece lógico, claro, también soy mi mente. 

Pero tampoco somos (solo) nuestra mente.

Le estamos entregando tanto poder a la mente, en una identificación casi total con ella. Me pasa montón de veces que me quiero identificar con mis pensamientos, quiero justificarme o actuar según lo que a mi mente le hace sentir cómoda, pero la mente solo es una programación, a ella le acomoda el patrón instalado y muchas veces, incluso, el sufrimiento. 

Le acomoda estar anclada a formas del pasado que NO FUNCIONABAN, pero son conocidas, incluso si han creado dolor o no han contribuido a nuestra expansión (estado natural de nuestra alma). También nuestra mente muchas veces nos saca de la realidad pensando en un futuro que todavía no existe, pero manteniéndonos desconectados del aquí y ahora y creando ansiedad, es que se nos olvida que la única forma de crear el futuro, o al menos un futuro distinto, es habitar el presente. 

Y sí, la mente es una herramienta maravillosa, que idealmente debe estar al servicio, pero más allá de eso somos el observador que usa un vehículo físico y que tiene ciertas estructuras/patrones mentales. También somos emociones, somos energía, somos conciencia. 

Ahora, no se trata de olvidarnos de la mente y el cuerpo, por el contrario, son parte de los contratos en esta experiencia 3D. Así que aprender a relacionarnos saludablemente con ellos para poder entrar en coherencia entre ellos y el resto de nuestros cuerpos (sutiles) es parte de lo que vinimos a hacer a la tierra.

Estamos aprendiendo a reprogramar, a expandir conciencia, a ver y saber que todo es energía, a permitirme sentir. Integrando todo eso, entro en coherencia conmigo y me alineo a mi viaje, finalmente eso es la sanación, la integración de todos nuestros cuerpos en paz y coherencia. 

Estamos acostumbrados a las terapias ''por separado'', que no está mal, por supuesto que hay que ayudarse de todas las formas posibles y atender a nuestros distintos cuerpos con las herramientas que existen cuando lo necesiten (ir al psicólogo o ir al médico, por ejemplo), pero no podemos quedarnos en eso, en tratar el síntoma. Qué pasa con nuestra energía en ese proceso? La parte almica/espiritual, etc. También debe ser integrada y además ahí encuentro el origen de todo. 

Por otro lado, nuestro cuerpo físico es el medio por el que experimentamos el mundo, por lo tanto, es sumamente importante. Nuestros 5 sentidos físicos nos permiten percibir la realidad de cierta forma y desde ahí crearla. Ahora me pregunto, ¿Qué tanta conexión tenemos con esos 5 sentidos? ¿Qué tan conscientes estamos de si tenemos dolor? ¿De los sonidos alrededor? ¿De la belleza que nos rodea? ¿Del tacto de las cosas, como se siente mi ropa? ¿De los olores que percibo? ¿De sentir cada sabor de la comida? ¿Nos damos cuenta siquiera de cómo respiramos? Estoy segura de que al menos un par de esas preguntas nos alertan de que no estamos tan conectados a la realidad como creemos. Habitar nuestros 5 sentidos nos hace hacer presencia, es lo que ya sabemos ''prestarle atención al proceso'' más que al resultado, volver al presente. Al final del día, es practicante un estado meditativo estar en el presente. Bajando expectativas, bajando el ritmo, simplemente estar, observar y prestarle atención a todo. 

Por último, solo recordar que todos nuestros cuerpos están en conexión entre ellos. Me rodea un campo electromagnético/aura. (básicamente soy un imán) y mi energía atrae según la frecuencia que este emitiendo mi campo. Esa energía también existe a nivel físico en forma de centros de energía, también conocidos como chakras, existen muchísimos a nivel de todo el cuerpo, pero los 7 principales están en el eje de la columna vertebral, energía que está hecha para fluir y estar interconectada. 

Cuando no me permito sentir, o estoy muy mental, o muy terrenal o en desconexión en algún punto empiezo a interrumpir el flujo energético, creo distorsiones en mi campo electromagnético, obstruyo o desarmonizo mis chakras, las emociones no liberadas o pensamientos negativos se empiezan a incrustar en mi cuerpo físico y a crear fugas en mi aura, baja mi frecuencia y entonces atraigo situaciones incómodas, parásitos energéticos, personas en baja frecuencia y también me enfermó físicamente. Básicamente el exterior me refleja la frecuencia que yo estoy emitiendo. 

Somos un todo, por favor no lo olvides. 

Vuelve a la respiración, vuelve al presente, vuelve a tí. 

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